¿Alguna vez te pusiste a pensar en el problema de poner precios bajos para tu programa o servicio?
A lo mejor ni sabías que había uno 😉
Pensás que con precios bajos o "accesibles"
...le hacés un favor a tus clientes.
Pensás que vas a conseguir MÁS clientes...y MÁS fácilmente.
O que al menos van a darte un "SI" fácil y rápido.
Pero al final, lo que pasa es que:
a) Atraes clientes con los que es un perno trabajar
b) Repelés al cliente que realmente sería ideal para tu negocio (porque ve ese precio y sabe que "algo no anda bien")
c) Resentís a tus clientes cuando das todo de vos, de tu negocio (porque la relación es incongruente, das más de lo que recibís).
d) Vivís en constante modo "conseguir clientes" (y no te queda otra... necesitás más y más clientes para cubrir tu meta financiera).
e) Te concentrás más en "atraer nuevos clientes" que en servir a tus clientes actuales (y ellos lo perciben).
f) Nunca tenés tiempo para descansar y recargar baterías (sabés que necesitás tener buena salud y buenos niveles de energía para darle lo mejor a tus clientes? No sos un robot).
f) Resentís tu negocio (justamente por todo lo anterior) - a que alguna vez te pasó por la cabeza volver a trabajar para alguien más?
g) Nunca tenés recursos económicos abundantes para invertir en capacitarte, mejorar tus técnicas, tus métodos, etc.
Ok, podría seguir todo el abecedario, pero creo que ya se entiende mi idea;)
Y un ejemplo práctico para terminar de expresar mi punto hoy:
Imaginate que tenés un problema X…
...te molesta, te pica, te duele, te jode y mucho.
Estás list@ para resolverlo….
PERO honestamente, a pesar de haber investigado mucho, buscado ideas y evaluado varias alternativas… no sabés bien cómo resolverlo…
...no sabés cuál es la solución más adecuada y no querés perder tiempo/dinero/energía en prueba y error.
Estás list@ para invertir en la solución.
Caso #1 - Por un lado, te recomiendan a Juana … que te dijeron que tiene un talento espectacular para diagnosticar en 20 minutos qué pasa con tu problema exactamente, dar en la tecla con lo que estás viviendo y encaminarte con la solución también rápidamente.
Eso sí, Juana sabe que lo que hace es muy valioso y tiene honorarios altos. Esto le permite no tener que atender 70 clientes en una semana para pagar las cuentas, así que dedica gran parte de su tiempo a seguir entrenándose, actualizándose y formándose para pulir su conocimiento y su talento, y cada vez tener un mejor servicio.
Caso # 2 - Por otro lado, también te recomiendan a Pepa… tiene un programa estándar de varios meses (muy similar a lo que todos hacen en el mercado y la duración le ayuda a poder justificar su precio).
Pero claro, recién lograrías la solución a tu problema en unos cuantos meses. Pero como a Pepa le gusta lo que hace y se siente mal si pone precios altos – cobra bastante menos….
Claro, al final del día las cuentas del supermercado hay que pagarlas igual, así que se ve en la necesidad de tener muuuchos clientes, más de los que su energía puede tolerar. Hace un gran esfuerzo por tratar lo mejor que puede a sus clientes, pero nunca tiene tiempo (ni recursos económicos) para formarse, actualizarse, “pensar” en cómo mejorar su práctica profesional. Pero bueno, al menos está contenta de que hace lo que le gusta… no? (alerta de ironía…)
Ahora te pregunto… ¿qué profesional te gustaría que “atacara” tu problema… o el problema de tu hijo de 9 años…?
Y al final del día… ¿qué profesional te gustaría ser? ...
Te dejo esta reflexión 😉
Gaby Turiano